martes, 27 de noviembre de 2012

Despierta


No pretendas nada que no mereces. Merecer es una palabra muy fuerte, quién dice qué puedes tener y qué no. Me parece una manera muy cómoda e irresponsable el ver la vida sólo recibiendo de alguien que no está presente, dejando que él tome las decisiones  y nosotros ser simples receptores de bendiciones o castigos. No, no me gusta esa idea. Me gusta más la idea de querer y poder, de luchar y vencer, de ir a veces en contra de la corriente. De que se nos presentan adversidades en la vida si, pero no creo que sean mandados por nadie ni para nadie, simplemente están ahí, nosotros tenemos la decisión en nuestras manos de qué hacer con ellas, si nos le quedamos viendo, lamentándonos de la desgracia y flagelándonos con el látigo de la lástima y caminar por el mundo dando tristeza; o tomar coraje, saltar el obstáculo y ver que más allá hay un camino que sigue, no se detiene, nosotros somos los que nos detenemos.


A veces nos encajonamos en nuestras desgracias, no logramos ver más cosas que valen la pena ver. No las vemos porque estamos ocupados en apreciar, admirar y desmenuzar cada detalle de la desgracia y si vienen más, peor. Por qué, por qué ver sólo lo malo, qué tiene de bueno lo bueno, por qué nos da tanto miedo ver más allá de lo que estamos acostumbrados ver, por qué no cambiar el cassette que tantas veces nos hemos repetido, martirizándonos y teniéndonos lástima a nosotros mismos. 


Que tristeza, qué se gana uno queriendo dar lástima a los demás. Crees acaso que los demás no tienen dolores?, crees que eres la única persona en el mundo a la que le ocurren desgracias?. Por ahí dicen que el dolor es inevitable pero que el sufrimiento es opcional. En serio quieres vivir una vida de tele novela?, en serio estás dispuesta a vivir en un drama de película?, sólo te voy a decir una cosa, la vida no es ni una película ni una telenovela, despierta!, la vida es aquí y ahora!. Tienes personas que están a tu lado! que te acompañan, que te tienen paciencia, que se preocupan y cuidan de ti. En serio estás como para hacer un drama de tu vida?. Date cuenta que le estas haciendo daño a las personas que verdaderamente te aman!, crees que ellos no tienen preocupaciones en la vida y que te quieren ver en el suelo?, claro que no! 


No eres un martir!, algo bueno estás sacando de todo esto y a mí no me engañas. Todas las acciones tienen algo detrás, una razón que hace que actuemos como lo hacemos. Ahora, qué ganas tú?, qué beneficio obtienes de todo esto?, atención?, cariño?, ser el centro de las miradas?. Vaya manera de buscar atención y cariño. Yo por ese medio no quiero la atención! prefiero ganarme el cariño de otra manera. 


Eres parte de mí y al mismo tiempo me cuesta trabajo aceptar cómo eres en ocasiones. Te quiero y te respeto pero no estoy de acuerdo en muchas acciones y reacciones que tienes ante la circunstancia que se te presentan en la vida. Te acepto y te valoro, te apoyo y te acompaño si quieres, pero no me pidas lástima, no me pidas que te tenga especiales atenciones, eres una persona viva!, que respira, se mueve y que tiene bastas oportunidades para salir, para seguir caminando, así que no me pidas que me quede detenida ahí, mirándote cómo sufres, cómo lloras y te quejas de tu situación. Lo siento, no lo voy a hacer. Sólo quiero que sepas que simplemente no estoy de acuerdo con tu manera de ver la vida. La vida me es demasiado bonita como para acongojarme por una sola situación, habiendo muchas más que me pueden hacer sonreír. Así que perdón si no me detengo quedándome viéndote cómo sufres, pero tengo muchas otras cosas más que valen la pena observar. 




El sentido de la vida se lo da cada quién. Mi sentido es ser plenamente feliz y dichosa. Mi servir está en servir a los demás, pero también en servirme a mí misma, que soy lo más importante que tengo. Te apoyo, pero no a tu medida, sino a la mía. Me quedo aquí donde estoy, protegiendo los míos. Así que si se te ocurre lastimar lo mío, ahí si no respondo, que lo defiendo con uñas y dientes. Tu sabrás qué hacer, es tu vida y la respeto, pero ten en cuenta que no vives en la soledad, sino que estás rodeada de más personas a las que tus decisiones repercuten. No te voy a decir que ánimo y que todo va a estar bien, porque te mentiría, pero sí te voy a decir que la vida sigue y que lo que importa es el interior, que es  lo que tenemos seguro. Existimos, nos movemos, vivimos... Así que a vivir!!!







sábado, 4 de agosto de 2012

Tiempo al tiempo

Estoy escribiéndote esto, pero ni siquiera sé si es para tí, te escribo desde el fondo de mi corazón, de mis entrañas y de mi sentir, así que no importa coherencia, ni sentido. Todo fluye, todo brota, todo sale. Que al fin y al cabo así es como todo esto se maneja, cuando a algo no le vemos sentido ni coherencia de todos modos va fluyendo, sin darnos cuenta se va moviendo poco a poco que al final, al volver la vista atrás vemos todo perfecto, ni bien ni mal, simplemente como debía de haber sido.

"Después de la tormenta viene la calma", la calma se disfruta, pero a veces es necesario vivir en medio de una tormenta para saber cuando estás en calma, y decir que no puedes desear nada más, porque lo tienes todo, es disfrutable.

El amor es sacrificio, pero el amor también es paciente. Simplemente el amor no tiene tiempo, no hay un hoy si y mañana quién sabe. El amor también es por uno mismo, es universal. Todo es cuestión de tiempo, a veces queremos soluciones inmediatas, vivimos en el tiempo de "ahorrar tiempo" y de lo desechable. Si no sirve lo tiras que viene otro mejor, que no te hará perder el tiempo, pero, perderlo?, realmente?, ahorrarlo para qué?, por qué en este mismo momento?, qué tiene de malo esperar?. Está bien, las cosas no se mueven si no hay una mano que las mueva, pero a veces queremos todo rápido que no nos damos esa chance de disfrutar el tiempo, nuestro tiempo!.

Mi tiempo es muy diferente al tuyo y al de los demás. Qué prisa?, a dónde quieres llegar?, vale la pena?.... Yo te aseguro se que si!!! , todo vale, todo sirve, también todo se disfruta...no te puedo decir "haz esto o aquello", porque sinceramente ni yo lo sé, sólo sé que soy yo y estoy viva, sólo sé que aquí estoy y de corazón, hasta donde tu me permitas y quieras que esté. Sólo sé que eres una persona que vale muchísimo, simplemente por ser. No dejes que nada ni nadie sabotee tu felicidad, incluso tu mismo. Tienes todo el derecho de ser feliz, no dudes de tu riqueza interna! Sufre lo que tengas que sufrir, llora lo que tengas que llorar, pero al final recuerda que todo es pasajero, todo llega a su momento y en el tiempo exacto... Date tiempo, de disfrutar lo bueno y también lo malo.

Solo somos caminantes pasajeros, soy tu compañera en el caminar... Solo me queda decirte que aquí estoy....


sábado, 2 de junio de 2012

Cuando me pongo nostálgica...



Una vez más escribiéndote, una vez más acordándome de ti. Estas líneas no las escribo yo, las escribe mi corazón. Estas líneas son para decirte tantas cosas y a la vez nada, a veces me pregunto qué fue lo que sucedió, miro atrás y me encuentro con una pared que no  me deja ver mas que recuerdos por una rendija. Fuiste alguien muy especial en mi vida,  contigo aprendí a amar, contigo aprendí a crecer, a entregarme, a confiar. Te entregué todo, de eso no te quede duda, sé que tú también lo hiciste, lo sentía y aún lo siento así. Me quedo con un bonito recuerdo de ese amor, de ese aprendizaje que me hace ser como soy ahora, pero tengo que confesar algo, me parece increíble cómo es que tanto amor se puede esfumar así nada más. No haz muerto, estás aquí y sin embargo es como si hubiésemos sido dos extraños que coincidieron en una época que ya pasó y que jamás volverá.

Extraño sentimiento tuve dentro de mí. Está bien, sé que fui yo la que tomó la decisión, aunque después en conjunto decidimos dejarla así. Nos separamos sabiendo que aún existía amor, eso nunca nos faltó. Creo que a veces es más difícil entender el hecho de que hubo amor y que por alguna otra razón se finalizó la relación, dejando las cosas bien, así, con un bonito recuerdo de lo que fue y de lo que nunca más será. Alguien me ha dicho que es mejor cuando las cosas terminan mal, así uno es más capaz de sacarse a esa persona del corazón. Ese no fue nuestro caso, nos amábamos y nunca hubo ninguna razón para quedar mal entre nosotros, sin embargo se decidió terminar con eso.

Creo que lo más difícil aquí ha sido la indiferencia. Está bien, yo tomé la decisión y tuve que apegarme a ella, si ya estaba flaqueando era porque algo pasaba. Me dolió esa separación tan abrupta, es muy difícil cortar con algo a lo que estás acostumbrado, estar con él, casi vivir con él, saber que él estará ahí pase lo que pase, que cuentas con su apoyo incondicional y su compañía, y que de repente no esté más, que aún haya ese amor, pero que sabes en el fondo que no funcionará, que las cosas no darán para más, después de planear un futuro juntos, de construir ideales, y que de repente se derrumben así sin más, quedando sola, sin ése apoyo y esa compañía a la que estabas tan acostumbrada, que se vaya de tu vida, se esfume de tu presente y de tu futuro, desmoronando esa casa que construyeron juntos en sus sueños, destruyendo proyectos, secretos, confidencias, reclamos, alegrías, momentos y planeaciones, que sin avisar se van sin pensar regresar, es difícil de pensar, pero así al final las cosas deben ser, uno debe de seguir, de construir nuevos proyectos, nuevos sueños, nuevos momentos, simplemente por mí.

Yo, lo admito, en algún momento pensé que podrían regresar, al ver que no iba a ser así, fue cuando más me dolió. Eras mi pareja, compañero y mejor amigo, y de repente no tenerte en mi vida me dolió, pero lo que más me hirió fue lo que vino después, ésa indiferencia, el que te dieras por vencido tan fácil, el que abrieras a lo mejor los ojos más pronto que yo de que lo nuestro no daba para más, eso fue lo que me mató. Me mató por un tiempo, tengo que aceptarlo, busqué distraerme, salir, divertirme, llenarme de ruidos que no me dejaran la mente en silencio para pensar en ti, sin embargo lo que más extrañaba era tu compañía, saber que estabas ahí, pero ahora ya no estabas, y de ahí en adelante así sería.

Poco a poco mi tristeza se fue yendo, fui abriendo los ojos yo también, te seguía extrañando sí, y te confieso que de vez en cuando a veces llegas a mis pensamientos, pero la claridad también iba llegando a mí, no éramos para estar juntos, eres una persona muy buena, yo lo sé, no hay maldad en ti y eres un excelente ser humano y por eso extraño tanto a esa persona, pero también sé que como mi pareja no llegaríamos a más, te amé sí, y yo sé que tu también a mí en su momento. Aprendimos juntos, nos divertimos también, pasamos por momentos muy importantes juntos y por eso es algo y eres alguien a quien jamás olvidaré, estoy segura de eso, pero decidí seguir adelante sin ti, no me arrepiento de esa decisión, ahora lo tengo más claro que nunca, pero quiero que tú también seas feliz y que encuentres a esa persona con la que compartas la felicidad, porque te lo mereces, no te mereces más que lo mejor en tu vida.

Te agradezco todo el aprendizaje que me diste durante y después de nuestra relación, eres una persona que ha marcado mi vida, gracias por todos esos momentos que pasamos juntos y en los que nos apoyamos uno al otro con nuestra compañía. De verdad que eres una persona muy valiosa y la persona que realmente te ame y la ames, sé que va a ser muy feliz.

Es mentira que así que como llegaste a mi vida así te vas, pues antes de conocerte no sabía la persona tan valiosa que eras, y al tenerte conmigo lo descubrí, ahora que no estás más conmigo sé que eres un ser humano único que vivirá en mi recuerdo, pero sólo ahí. Tantos momentos, tantas aventuras y tantos aprendizajes, son imposibles de olvidar. Sin embargo ya no son más que un bonito recuerdo de lo que fuiste y lo que juntos fuimos. Gracias por eso.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Cambia...

Qué fácil es acostumbrarse, qué fácil es dar por hecho las cosas. Vivimos el día como si así tuvo que ser desde el inicio y como si siempre será así, pero no, la verdad es que las cosas cambian y nosotros con ellas también. Uno se levanta distraído, vive el día como si así es como debería ser, no pensamos en los momentos que como regalos nos alegran el día, o peor aún, no nos damos cuenta de esos regalos, los dejamos pasar y algo que nos pudo hacer felices, lo ignoramos y hacemos a un lado pues “ahí está siempre”, y suponemos que ahí estará siempre, que equivocados estamos.

Es muy fácil decir “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, lamentablemente vivimos en este dicho, no sabemos apreciar los pequeños detalles, los momentos que por ser “insignificantes” los pasamos de largo, pero que nos sacan una sonrisa, un cambio de actitud en el día. Qué fácil es dejarnos llevar por la cotidianidad, que nos ciegan a esos simples detalles, esas cosas que a veces son casi imperceptibles, sin embargo que son los que pueden marcar nuestra diferencia entre un día común y un día especial y feliz.

Me acostumbré a ti, te veo como parte importantísima en mis días, eres un elemento necesario en mi vida diaria, eres alguien que simplemente está ahí, estuvo ahí, quiera o no. Eres parte de un todo, eras un elemento en el ambiente, venías como parte de la casa, de la familia, de mi vida, para mí era impensable que en algún momento ya no estarías aquí, así. Para mí siempre iba a ser igual, nada tenía por qué cambiar. Pensar así, que cómodo, sin embargo ha llegado el momento de enfrentar otra realidad. Esa estructura de la que formabas parte, ese elemento del que ya venía con todo el paquete que eras tú, ya no va a ser igual, ya no será lo mismo.

Me conoces y te conozco, yo creo que a veces mejor que nadie. Es muy fuerte decir “toda mi vida”, pero es verdad, toda mi vida he compartido contigo mi día a día. Vivir juntas, compartir momentos del diario, extraordinarios, peleas, risas, momentos tensos, de alegrías y enojos, es algo de lo que estoy profundamente agradecida. No hubiera querido que fuera diferente, sin embargo de ahora en adelante lo va a ser.

Por un lado me entristece el no tenerte aquí conmigo y poder disponer de ti 24/7, pero sé que seguirás acompañándome, de diferente manera pero sé que aquí estaremos, en las buenas y en las malas. Pero también sé que cada cambio es bueno, cada decisión que tomamos, si la hacemos con el corazón y convicción, siempre debe salir algo bueno. Sé y confío en que de las decisiones más fuertes de la vida, que cambian por completo el panorama, son de las que se aprenden más. Te irá bien, naciste para eso. Tu felicidad es mi felicidad.

La vida está llena de aprendizajes que nosotros decidimos tomar o no. Al tomar una decisión lo importante es aferrarte a ella con seguridad y sin arrepentimiento, que si algo no sale bien y nos caemos, limpiarnos el polvo y seguir en la lucha por esa meta que debemos de tener fija en nuestra mente. Sé que nadie es perfecto y que siempre podemos dar algo mejor, yo sé que no he sido la mejor, pero soy la mejor versión de mí misma, doy mi mejor esfuerzo. Soy humano y también tengo mis errores, hago lo mejor que puedo y quiero lo mejor que puedo. ¿Pude haber sido mejor?, tal vez, pero por algo hice lo que hice y no hice lo que me faltó. Tengo muchas oportunidades de crecimiento y quiero ser mejor cada vez.

Pero lo que sí estoy segura es que todo lo que hago o dejo de hacer, no es con intención de molestar, de herir ni de lastimar, menos a las personas que son más importantes en mi vida,  que son las que me hacen más feliz en mi día. Lamentablemente a veces a esas personas son a las que sin querer uno lastima más. No soy perfecta y sé que  a veces mis decisiones no son las mejores, pero no me arrepiento, aprendo e intento mejorar.

Me gustaría decirte tantas cosas. Disfrute cada momento y cada situación que vivimos juntas y que compartimos. Eres un gran aprendizaje de muchísimas maneras para mi vida. Duele saber que todo será diferente, pero la vida así es, es dinámica y las situaciones deben evolucionar junto con las personas. Aquí empieza tu evolución, que definitivamente servirá también para mi crecimiento. Felicidades por este gran paso que tomaste con decisión. Yo siempre seré yo y como valoro cada momento, me gustaría llenarme de más momentos que enriquezcan mi vida. Aquí estoy y no me muevo, te quiero y siempre lo haré, fuiste un gran motor y seguirás siéndolo. Todo será igual y sin embargo, todo cambiará. Te amo y Gracias.

lunes, 19 de marzo de 2012

YO

Hola, esta soy yo. Simplemente yo. Qué más quiero, qué mas necesito para vivir. Nada, nadie, simplemente yo. Qué me hace falta para ser feliz, qué más quiero para seguir mi camino a la realización. Nada, ni nadie. Voy yo, voy caminando. Camino a mi paso, a veces caigo y fracaso, pero nunca retrocedo, no está en mis planes, quiero ir hacia adelante y hacia allá me dirijo. Si me tropiezo me levanto, me limpio y sacudo el polvo y sigo caminando, nunca hacia atrás, siempre con la vista fija en mi meta, mi deseo y mi realización: ser plena, ser feliz.

Las herramientas las tengo, las ganas también. Todo es tan fácil y sencillo, simplemente vivir, simplemente vivir el aquí y ahora. El futuro es incierto, el pasado es irremplazable. En el presente no existe el miedo, es fruto de la incertidumbre que da el pensar en el qué pasaría si… o en el qué tal si… No, aquí sólo existo yo, yo y mis sentimientos, yo y mis pensamientos. Sin embargo esos también pueden ser extras, no forman mi yo, son parte de mí pero se han ido adhiriendo. Debo aprender a ser solamente yo, simplemente lo que soy. Lo que pienso está ahí, lo que siento también, son parte de mi, sin embargo no son yo.

Yo soy yo, le guste a quien le guste, incluso a mí. Soy lo que soy más no lo que tengo, si me quitan lo que tengo sigo siendo yo. Soy lo que soy con todas mis facetas, todos mis yos me forman. Soy dinámica y cambiante, evoluciono y me adapto a las circunstancias que la vida me va presentando en mi camino. El resultado: yo misma.

La vida da muchas vueltas, a veces estás arriba y a veces te sorprende, te sacude y terminas de cabeza. Aprender a girar, a pesar de que te mareé y te den ganas de bajarte de ella, no. Esa opción no es viable para mí. Giro y giro con la rueda de la vida, me mareo, pero en ese momento me detengo, veo dentro de mí, me observo, sin juicios, simplemente observo y me doy cuenta. Sólo respiro, me doy cuenta y me tomo un instante, un momento para mí, para observarme para ver hasta dónde he llegado con tantos giros y vueltas. No hay nada ni bien o mal, sólo momentos que pasan, que me hacen estar donde me encuentro, pero a veces sólo es necesario detenerse, darse cuenta y respirar, para entonces continuar.

sábado, 3 de marzo de 2012

Culpa


Que te entienda, lo intento. Que no es fácil, yo lo sé. Que te cuesta trabajo, sé que es difícil. Que no puedes evitarlo, también lo sé. Que ése es tu trabajo, no lo dudo, y de verdad te agradezco por ello. Intento ponerme en tu lugar, sé que es difícil. No te pido nada, no te exijo nada, sólo un poco de comprensión. Me lastima verte así, sé que no es mi culpa pero al mismo tiempo parece serlo. No sé cuánto tiempo más soportaré la carga pesada de la culpa.

Está bien, he cometido errores, pero ¿quién no? No sé hasta cuándo tendré que pagar por algo que realmente no herí a nadie más que a mí. No estoy segura de por qué pagar una factura tan cara y tan pesada por algo que sucedió ya. No me siento a gusto, no estoy bien sabiendo que aún quedan secuelas, que aún hay heridas que no han sanado, que aún soy el ogro de la historia, que soy la culpable de tan terrible catástrofe, que es impensable e imperdonable.

Sé que herí a la persona que más me ha apoyado, me siento devastada sabiendo que llora. Pero también no estoy segura de hasta dónde llegará o si ya es justo lo que merecía. Creo que no merezco tanta culpa, tanta incomodidad y tanto sufrimiento. Ya, está bien, pagué mis errores y los sigo pagando, lo asumo y no le huyo, así como he tomado mi responsabilidad y la he afrontado, cara a cara. Sé que cada acción tiene una reacción y cada decisión una consecuencia, que se debe afrontar. Está bien, asumí mi responsabilidad, estoy de acuerdo que fue una situación que se salió de control, pero también creo que es una consecuencia interna y personal que ya estoy pagando.

Por qué tanto reclamo, por qué tanta culpa. Está bien, es una situación muy difícil, lo entiendo, pero no soy mala, de verdad. Intento hacer lo que mi interior me dice. No veo la razón de pagar por algo interno a una persona externa. Sé que quiero y hacia dónde lo quiero, eso no ha cambiado. Me dicen débil, no estoy segura de eso. No estoy para demostrarle nada a nadie, yo quiero ser libre de tomar mis propias decisiones, yo quiero hacer realmente lo que quiera y no lo que me digan, quiero poder disfrutar mi momento, mi vida.

Quiero ser buena, si. Pero no creo que en algún momento no lo haya sido. Quiero dar lo mejor de mí y ser mejor cada día, también. Pero quiero actuar por mí y para mí, quiero que mis acciones no tengan una carga tan pesada como los son la culpa y el remordimiento. Cómo hacerle, no lo sé. Debería ser así, sí, pero no sé por qué no lo es. Simplemente quiero vivir.

viernes, 10 de febrero de 2012

FELICIDAD

Siempre ten presente que...

La piel se arruga,

El pelo se vuelve blanco,

los días se convierten en años,

pero lo importante no cambia,

tu fuerza y tu convicción no tienen edad,

tu espíritu es el plumero de cualquier tela araña,

detrás de cada línea de llegada,

hay una de partida,

detrás de cada logro,

hay otro desafío.

Mientras estés vivo,

Siéntete vivo.

Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.

No vivas de fotos amarillas..

Sigue aunque todos esperen que abandones...

No dejes que se oxide el hierro que hay en ti,

Haz que en lugar de lástima te tengan respeto..

Cuando por los años no puedas correr...trota,

Cuando no puedas trotar..camina,

Cuando no puedas caminar, usa el bastón,

Pero nunca te detengas!



Madre Teresa de Calcuta

sábado, 14 de enero de 2012

asi soy...

Que hubiera pasado... No lo se, no me importa ya. En la vida al ir caminando vamos eligiendo rumbos, pero para tomar uno debemos rechazar muchos otros. No sabemos a dónde nos llevaran al final cada uno de los caminos, ni sabemos con certeza si el que elegimos es mejor que el otro; lo que si sabemos es que la elección esta tomada ya, no hay cómo volver hacia atrás, lo único que queda es estar firme en la decisión de haberlo tomado y seguir adelante sin mirar atrás, sin arrepentimiento ni añoranza.

Al momento en que tomé mi decisión es cierto que no estaba segura, al contrario, titubee durante algún tiempo, y no sabía si mi elección fue la mejor que pude haber tomado. Pero pasa el tiempo y voy entendiendo muchas cosas que en ese momento no podía ver o no me atrevía a ver.

En ese momento me encontraba en una posición muy cómoda y pude haberme quedado ahí para no pensar, para no arriesgarme y para no sufrir. Pero no, decidí probar, decidí intentar ver más allá de mi nariz. Quise aprender, quise crecer, quise saber qué había de diferente a lo que ya estaba acostumbrada y lo conseguí.

Ahora aún me llegan los recuerdos, no lo voy a negar. En momentos me acuerdo de lo feliz que llegue a estar y lo bien que me llegue a sentir en aquellos tiempos. Pero ahora estoy parada aquí y no me arrepiento. Tengo mis altibajos lo admito. A veces me siento indefensa y vulnerable, con miedos e incertidumbre, pero lo siento porque estoy dando mi corazón entero, porque le estoy apostando todo a donde estoy ahora y sé que es lo que quiero.

Me gustaría poder dejarme llevar un poco más y confiar; dejar de sabotear mi felicidad y mi tranquilidad. Quisiera poder quitar mis pensamientos catastróficos y confiar más en los demás, en mí misma y en el destino. El "qué pasaría si..." Tampoco existe como el "qué hubiera..." Así que de qué me preocupo, si la gente piensa lastimarme de todos modos lo va a hacer, entonces para qué alterar mi paz y tranquilidad. Además, los otros pueden hacer y deshacer con tal de buscar hacerme daño, pero está en mí que me afecte lo que hagan.

Mi interior es muy mio y de nadie más, sé que está en mí permitir que me lastimen o que me hieran, los demás querrán hacerme daño, pero si yo no los dejo no lo lograrán.

Por lo pronto sigo aquí y no me muevo. Soy firme en mi elección, sólo me llegan ratos de recuerdos y situaciones vividas que las disfruté en su momento, pero voy para adelante y sin querer regresar atrás. Simplemente disfrutando mi presente y emocionándome por cómo se puede ver mi futuro.

lunes, 9 de enero de 2012

Carta para ella

Te tengo algo que decir. Es algo que necesito sacar desde dentro.Sé que es algo que tengo que expresar, tenerlo no es más que una pesada carga que llevo desde hace tiempo atrás. Es hora de dejarlo ir, es hora de soltarlo y quitarme el equipaje que me sobra para el resto del viaje, que es mi vida, mi futuro y mi felicidad. Por dónde comenzar. Se me ocurre que empezaré dicéndote que te odio. Fuerte, no? Pero no te asustes, dicen que sólo se puede odiar lo que un día se amó, y que lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia. Así que sí, yo te odio, te odio por no ser lo que quiero que seas; te odio por no llenar mis expectativas; por no luchar antes por lo que querías; te odio por finjir, por no saber lo que quieres, por no decir lo que sientes; te odio por no ser lo suficiente para mí. Al expresarte mi odio hacia tí, te quiero decir que te perdono por todas las cosas que te he dicho anteriormente. Sé que no es fácil cubrir todas las expectativas, y menos de una persona tan exigente. Por eso te entiendo, te comprendo y te perdono. Te perdono porque sé que no era, ni es tu intención lastimarme, lo haces sí, pero sé que en el fondo, muy en el fondo de tu corazón no quieres herirme, sólo quieres ser lo mejor que puedes. Lo que puedes está bien, por eso te perdono, porque lo intentas. Yendome por ésa línea, te quiero pedir yo también perdón. Perdon por exigirte tanto, por no creer en tí cuando sentías que nadie más lo hacía. Perdón por maltratarte y pisotearte. Perdón por nunca quedar satisfecha y pedirte más y más, aún sabiendo que ya no podías. Perdón por herirte y no comprenderte; por no valorarte y por escuchar a todo el que me rodea, menos a tí. Quiero ser tu amiga, quiero mandarte todo mi amor que tengo. Llenarte de benidicones y agradecimientos porque haz hecho lo que puedes, lo que esta en tus manos. Quiero decirte que eres valiosa y que no te deseo más que amor y felicidad en lo que resta de tu vida. Eres grande, pero sé que puedes crecer más. Me gustaría que te dejaras de preocupar tanto por los demás y comenzaras a preocuparte por tí. Sabes que lo vales, los demás pueden cuidarse solos. Haz comprobado que cuando quieres que alguien se ocupe de tí, pocas son las manos que están dispuestas a levantarte, así que deja también la carga pesada, tira lo que no te corresponde. Lo que te hace crecer guárdalo y aprende de él, deshecha lo demás. Sólo me queda decirte que no te odio, al contrario te amo tanto y quiero que seas feliz. Gracias por buscar también mi felicidad. Te envío todo el amor que tengo, no hay nada más en éste momento que pura paz.