Qué fácil es acostumbrarse, qué fácil es dar por hecho las cosas. Vivimos el día como si así tuvo que ser desde el inicio y como si siempre será así, pero no, la verdad es que las cosas cambian y nosotros con ellas también. Uno se levanta distraído, vive el día como si así es como debería ser, no pensamos en los momentos que como regalos nos alegran el día, o peor aún, no nos damos cuenta de esos regalos, los dejamos pasar y algo que nos pudo hacer felices, lo ignoramos y hacemos a un lado pues “ahí está siempre”, y suponemos que ahí estará siempre, que equivocados estamos.
Es muy fácil decir “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, lamentablemente vivimos en este dicho, no sabemos apreciar los pequeños detalles, los momentos que por ser “insignificantes” los pasamos de largo, pero que nos sacan una sonrisa, un cambio de actitud en el día. Qué fácil es dejarnos llevar por la cotidianidad, que nos ciegan a esos simples detalles, esas cosas que a veces son casi imperceptibles, sin embargo que son los que pueden marcar nuestra diferencia entre un día común y un día especial y feliz.
Me acostumbré a ti, te veo como parte importantísima en mis días, eres un elemento necesario en mi vida diaria, eres alguien que simplemente está ahí, estuvo ahí, quiera o no. Eres parte de un todo, eras un elemento en el ambiente, venías como parte de la casa, de la familia, de mi vida, para mí era impensable que en algún momento ya no estarías aquí, así. Para mí siempre iba a ser igual, nada tenía por qué cambiar. Pensar así, que cómodo, sin embargo ha llegado el momento de enfrentar otra realidad. Esa estructura de la que formabas parte, ese elemento del que ya venía con todo el paquete que eras tú, ya no va a ser igual, ya no será lo mismo.
Me conoces y te conozco, yo creo que a veces mejor que nadie. Es muy fuerte decir “toda mi vida”, pero es verdad, toda mi vida he compartido contigo mi día a día. Vivir juntas, compartir momentos del diario, extraordinarios, peleas, risas, momentos tensos, de alegrías y enojos, es algo de lo que estoy profundamente agradecida. No hubiera querido que fuera diferente, sin embargo de ahora en adelante lo va a ser.
Por un lado me entristece el no tenerte aquí conmigo y poder disponer de ti 24/7, pero sé que seguirás acompañándome, de diferente manera pero sé que aquí estaremos, en las buenas y en las malas. Pero también sé que cada cambio es bueno, cada decisión que tomamos, si la hacemos con el corazón y convicción, siempre debe salir algo bueno. Sé y confío en que de las decisiones más fuertes de la vida, que cambian por completo el panorama, son de las que se aprenden más. Te irá bien, naciste para eso. Tu felicidad es mi felicidad.
La vida está llena de aprendizajes que nosotros decidimos tomar o no. Al tomar una decisión lo importante es aferrarte a ella con seguridad y sin arrepentimiento, que si algo no sale bien y nos caemos, limpiarnos el polvo y seguir en la lucha por esa meta que debemos de tener fija en nuestra mente. Sé que nadie es perfecto y que siempre podemos dar algo mejor, yo sé que no he sido la mejor, pero soy la mejor versión de mí misma, doy mi mejor esfuerzo. Soy humano y también tengo mis errores, hago lo mejor que puedo y quiero lo mejor que puedo. ¿Pude haber sido mejor?, tal vez, pero por algo hice lo que hice y no hice lo que me faltó. Tengo muchas oportunidades de crecimiento y quiero ser mejor cada vez.
Pero lo que sí estoy segura es que todo lo que hago o dejo de hacer, no es con intención de molestar, de herir ni de lastimar, menos a las personas que son más importantes en mi vida, que son las que me hacen más feliz en mi día. Lamentablemente a veces a esas personas son a las que sin querer uno lastima más. No soy perfecta y sé que a veces mis decisiones no son las mejores, pero no me arrepiento, aprendo e intento mejorar.
Me gustaría decirte tantas cosas. Disfrute cada momento y cada situación que vivimos juntas y que compartimos. Eres un gran aprendizaje de muchísimas maneras para mi vida. Duele saber que todo será diferente, pero la vida así es, es dinámica y las situaciones deben evolucionar junto con las personas. Aquí empieza tu evolución, que definitivamente servirá también para mi crecimiento. Felicidades por este gran paso que tomaste con decisión. Yo siempre seré yo y como valoro cada momento, me gustaría llenarme de más momentos que enriquezcan mi vida. Aquí estoy y no me muevo, te quiero y siempre lo haré, fuiste un gran motor y seguirás siéndolo. Todo será igual y sin embargo, todo cambiará. Te amo y Gracias.
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