Alegrías y tristezas, disfrute y preocupación, intensidad y monotonía, pensamiento y deseo; eso se resume mi vida. Cómo quisiera a veces dejara a un lado lo que me estorba. Dejar de pensar un momento en cosas que sé que no me llevarán a ninguna parte. Pensar es bueno, analizar sirve para querer mejorar. Pero creo que hay un punto en el que si uno no modera esos pensamientos, te consumen y no te dejan vivir.
Estoy presente, sin embargo estoy ausente. Qué ironía... estoy, pero no estoy. Camino, respiro, platico; sin embargo mi mente esta a mil kilometros de aquí. Mis pensamientos navegan por el mar de la incertidumbre. Atar cabos, solucionar lo imposible, desmenuzar el mundo. Que dificil tarea para una simple mente. Preocuparme para qué, si no me preocupo pasará, y si me preocupo de todos modos pasará. Entonces cuál es el caso?, no lo sé. Dicen que a veces nosotros mismos somos nuestros propios enemigos, y creo que tienen razón. No hay juez más estricto que yo misma. Me critico, no me doy oportunidad de fallar, no me perdono, observo cualquier detalle que desentone en mi ideal y lo agrando hasta convertirlo en más grande que yo.
Por qué será que nunca puedo estar satisfecha. Siempre quiero más y mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario