domingo, 6 de octubre de 2013

Para siempre

Descubrí en ti una persona maravillosa que me hace querer ser mejor. Supe desde el principio que no eras del montón, que tenías algo nuevo que desde un inicio me encantó, qué fue o cómo, no sé, pero siempre quise saber más y más de ti porque sabía que detrás de esa coraza está alguien sensible, noble y único que tiene mucho para ofrecer.
Me enamoraste poco a poco, pero caí rendida y así me tienes. Al principio tal vez me asusté porque este sentimiento no lo había tenido jamás, pero con el paso del tiempo fui confiando poco a poco y me fuiste demostrando que no había nada que temer, que si hay amor todo se puede, que si queremos de verdad luchar por lo que tenemos, los obstáculos salen sobrando, y aquí me tienes, toda tuya, eso es lo que soy y de aquí en adelante así será.
Lo que siento por ti no se compara con sentimiento alguno que he experimentado, es diferente, es único e inigualable, me encanta. ¿Cómo sé que quiero pasar el resto de mis días contigo?, porque lo siento, porque cada vez quiero más y más de ti, porque odio el momento en el que tenemos que separarnos, porque me gusta lo que eres, como eres y lo que tienes. No te voy a decir que eres perfecto porque sé que no y sé que yo tampoco lo soy y ni quiero alguien perfecto a mi lado. Pero para mí, con tus imperfecciones eres perfecto y con eso me basta.
Me encanta lo que hemos vivido, cosas buenas y otras no tanto que nos hicieron crecer y fortalecer esto que tenemos y a lo que le apostamos tanto. Si me preguntan cómo me veo en un futuro seguro tendré muchas respuestas, pero la más importante y la que contesto primero es junto a ti, así lo quiero y por eso estamos aquí, para construir juntos un futuro sólido en el que seamos felices tú y yo, no más.
Gracias por esos momentos y por este construir juntos. Gracias por mostrarme que sí se puede si se quiere. Gracias por quererme como lo haces y por demostrármelo a tu manera. Gracias por ser como eres. Te amo como no tienes idea y no puedo esperar para pasar el resto de mi vida contigo!

miércoles, 2 de enero de 2013

Saber vivir

Ella se llama como quieras que se llame, vive donde quieras que viva, ponle lugar, ponle nombre. Solo sé que se mueve al compás del ritmo de la vida. Avanza y se mueve como si ésta no se detuviera, y la verdad es que no lo hace.

Siempre hacia delante, avanza a veces con paso firme, y otras veces flaqueante, pero siempre para delante, nunca hacia atrás.

Ríe, llora, grita y sonrie. También se enoja y pelea pues no es una santa y no pretende serlo, sabe que perfecta no es aunque a veces se exija como si lo fuera. Piensa y reflexiona, también actúa, pero se toma su tiempo, se detiene y alcanza un respiro, solo un momento para cabilar qué es lo que está haciendo aquí y hacia a dónde va, para después retomar su paso y seguir en su caminar.

Las respuestas no las tiene a todas las preguntas, sin embargo lucha por quedarse con la versión que la deje más satisfecha con sí misma y con los demás. Cree y no, sabe y no, a veces necesita más que un simple sí o no.

Avanza si le convence, se detiene y piensa si no lo entiende. No descarta por nomás, después de ver diferentes opciones, toma con fuerza la que más la convence, y una vez tomada se aferra a ella con todas sus fuerzas, lucha por ella y no deja que nada ni nadie la toque para hacerle daño.

A veces se lanza al vacío, pero es de hunanos errar. Se dice a ella misma que todo tiene solución menos la muerte y se levanta muy segura, para seguir en su caminar, a veces pausado y sereno, y aveces agitado e intranquilo. Tranquila, agitada, feliz o triste, sabe que de eso se trata la vida, y no espera a que pase la tormenta, pues ella a sabido bailar también bajo la lluvia, simplemente por saber vivir.